Cada año, Brasil pierde cerca de R$ 300 mil millones con gastos tributarios que el gobierno federal concede para empresas, instituciones o personas físicas. Pero, ¿quién, exactamente, recibe esos incentivos? ¿Son realmente beneficiosos para el conjunto de la sociedad? En busca de respuestas a estas cuestiones, el Inesc lanzó la campaña Solo creo lo que veo, que pide transparencia en el proceso de concesión de incentivos fiscales.